La rosa de Jericó

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La rosa de Jericó (selaginella pilifera), también conocida como la flor de la resurrección, es una planta del desierto que crece en las arenas de Egipto, Arabia, Siria y México. Durante largos períodos, estas 'rosas' viven en regiones desérticas, creciendo y reproduciéndose como cualquier otra planta, hasta que el entorno ya no favorece una existencia adecuada.

Cuando llega ese momento, las flores y las hojas secas mueren y caen, pierden su propia humedad y las ramas secas se enroscan hacia adentro, formando una bola. Sacan sus raíces de la tierra y permiten que los vientos del desierto las lleven a través del desierto, hasta que un día llegan a un lugar húmedo donde pueden continuar creciendo y propagándose. La bola vuelve a estirarse, se abre completamente en el suelo y deposita sus semillas, que germinan.

Tan pronto como entran en contacto con el agua, las plantas jóvenes y de aspecto seco comienzan a florecer rápidamente. Se puede decir que 'sienten' qué hacer durante este proceso, ya que no necesariamente se quedan en el primer lugar sino que investigan la naturaleza del lugar para ver si es apto para el crecimiento. Allí, pueden quedarse y crecer, o pueden mudarse varias veces.